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GRAN BRETAÑA, FUERA DE LA UE.

 
El 31 de Enero del año 2021 se convirtió en una fecha clave no solo para los países miembros, sino también para las potencias extraeuropeas. 

A partir de entonces se produjo la ruptura total entre GB y la Unión Europea, fruto de muchos desacuerdos y enfrentamientos que evidenciaban la tensión entre ambas instituciones.


Finalmente después de muchos años, la ya "ex-potencia" consiguió alcanzar la independencia de la UE no sin sudor y esfuerzo. En los ya últimos años de Inglaterra como nación participe de la decisiones europeas, se evidenciaba el malestar a través de la oposición y negativa ante cualquier propuesta o medida adoptada por la unión europea.

Sin embargo, cualquiera diría que menos de 24 meses después los supuestos beneficios y privilegios económicos que obtendrías se han esfumado y han colocado al país como uno de los que más incertidumbre económica poseen en la actualidad.

Ya son muchos los expertos que aseguran el Brexit es un lastre para la economía británica. 

Algo muy comentado en la actualidad es como en su día Inglaterra contaba con el apoyo máximo de su población tal y como se mostró en el referéndum levantando muchas pasiones y como ahora reina la incertidumbre en la calles de Londres.




Sin embargo, el Brexit ya estaba empezando a escocer. Mucho antes de la fecha de salida, de acuerdo con muchos informes se mostraban que el PIB de Reino Unido estaría por debajo de su nivel esperado. Para septiembre de 2021, revistas con gran apoyo y credibilidad popular como Springford había llegado a la conclusión de que el comercio de bienes de Reino Unido estaba un 11,2% –el equivalente a 8.500 millones de libras– por debajo del valor que hubiera alcanzado si Reino Unido hubiese permanecido en el mercado único y la unión aduanera de la UE.

Además algo que tampoco genera simpatía en la sociedad es la aparición y subida de impuestos con las que el gobierno trata de paliar los desequilibrios económicos que posee al intentar mantener acuerdos comerciales con Europa pagando ya los aranceles exigidos.

Se estima que el Brexit tiene un coste neto de unos 30.000 millones de libras anuales para las finanzas públicas.

Pero, ¿por qué no se habla más de esto? Bueno, por varias razones, pero ante todo la reciente aparición de la pandemia. La COVID ha mermado mucho el crecimiento económico del país y también ha causado una parte fundamental de la actividad económica como son los proveedores extranjeros y acreedores de servicios que viajan a la UE para vender sus producto hayan visto paralizado su sector generando enormes pérdidas que dificultan aún más el proceso de recuperación económica británica tras su salida de la UE.

Jurídicamente Inglaterra también sufre de los perjuicios que suponen el abandono de la UE y es que hay que tener en cuenta que las normas de la OMC (Organización del Comercio, de la que aún forma parte) no funciona igual que la UE, se trata de un acuerdo comercial multilateral pero sus normas tienen un alcance limitado comparado con las de la UE ya que los particulares no pueden exigir su cumplimiento por sí mismos, se requiere la intervención de los Estados a través del Órgano de Solución de Diferencias. 

Las normas que rigen la OMC se encuentran en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), entre ellas destacan el respeto a los aranceles máximos a los que se han comprometido y que se trate de la misma forma las mercancías nacionales y las extranjeras. De esta manera las exportaciones del Reino Unido a la UE estarían sujetas a los aranceles de la UE, pero ambas partes no podrán otorgarse condiciones favorables para sectores concretos si no se ofrecen esas condiciones a los demás miembros de la OMC.

Al retirarse de la UE el Reino Unido deberá aprobar su propia lista de compromisos, la intención del gobierno es tomar las listas de la UE adaptadas a su capacidad. Una vez se retire de la UE el Reino Unido dejará de beneficiarse de las medidas de defensa comercial establecidas en las normas de la OMC a favor de la UE como los derechos compensatorios o los derechos antidumping. Además, el comercio de acuerdo con las normas de la OMC puede suponer un gran coste para las empresas en comparación con el comercio en el mercado único de la UE del que disfrutaban antes las empresas .

Junto al problema de los aranceles otro de los inconvenientes de la salida de la UE es el hecho de que en la UE existen una serie de condiciones que debe cumplir cada producto para poder ser comercializado en el mercado interior, antes el Reino Unido participaba en las comisiones en las que se decidían estas condiciones, mientras que ahora va a tener que cumplir esas reglas para comerciar en la UE sin poder participar en decisión. En ciertos sectores como el automovilístico donde los productos están compuestos por un amplio número de partes, en las que cada una debe cumplir unos requisitos específicos, la salida de la UE puede ser un gran problema para poder comerciar en la UE. Finalmente el Reino Unido podrá cobrar derechos de aduana sobre los bienes importados, incluidos los de la UE.


Las cifras , como era de esperar, acompañan a las conclusiones y afirmaciones de los expertos en economía británica . Primeramente se conoce como el 12 de abril, las Cámaras de Comercio del Reino Unido publicaron una encuesta que realizaron entre 2.900 exportadores británicos y hallaron que que 41% de las empresas habían registrado un descenso de las ventas de exportación en el primer trimestre.

Camión en un punto de revisión aduanera

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Hay nuevos controles fronterizos y trámites burocráticos que antes del Brexit no existían.


Los encuestados citaron el Brexit y el impacto de covid-19 como las principales causas de los problemas comerciales.

"Pedimos al Reino Unido y a la UE que vuelvan a sentarse a la mesa y presenten soluciones que reduzcan las barreras comerciales y den a los exportadores una oportunidad de ganar", indicó en un comunicado la codirectora ejecutiva de esa organización, Hannah Essex.

"Las dificultades a las que se enfrentan los exportadores no son sólo 'problemas iniciales'. Son cuestiones estructurales que, si no se abordan, podrían conducir a un debilitamiento a largo plazo y potencialmente irreversible del sector exportador de Reino Unido", señaló.
Un mes antes, el 12 de marzo, la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), había informado que las exportaciones de bienes de Reino Unido a la Unión Europea habían caído 40,7% en enero, mientras que las importaciones bajaron 28,8%.

Ahora solo queda esperar a ver cuál será la siguiente maniobra del país para lidiar con las finanzas del país , las presiones internaciones, el descontento social y la incertidumbre mundial.




 

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