LA GUERRA DE CUBA Y LO QUE SUPUSO EN ESPAÑA

QUIEN A LA GUERRA SE VA, CONSECUENCIAS TRAERÁ

Tras la independencia de la mayor parte de las colonias americanas a principios del siglo XIX (1824), sólo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico, y el archipiélago de las Filipinas, continuaron formando parte del imperio español. En 1895 se reprodujo en Cuba una insurrección bajo el denominado “grito de Baire” y al mismo tiempo, en Filipinas se producía también un movimiento emancipador. Para poder comprender mejor las consecuencias futuras, es necesario conocer las causas que desencadenaron este conflicto. 

Entre los precedentes principales de este conflicto se pueden destacar los siguientes:

El incumplimiento por parte de España de lo pactado en el Convenio de Zanjón de 1878 provocó el malestar de los cubanos ante la situación política, económica, financiera y tributaria de la isla.

La incapacidad económica española para absorber la producción de azúcar y otros productos cubanos, y para proveer a la isla de manufacturas. Los cubanos consideraban que el atraso económico de España respecto a otras potencias, como Estados Unidos, estaba impidiendo el desarrollo de la isla.

El gobierno español no había llevado bien el problema, pues no les había concedido un estatuto de autonomía a tiempo que contentara sus aspiraciones.

El nacionalismo popular cubano y filipino creció apoyado por los intereses de los Estados Unidos y por la dura represión realizada por el gobierno español.

A continuación, este vídeo, resume e ilustra  todo el conflicto, desde el inicio del proceso de independencia hasta la culminación, con la pérdida total de las colonias.

Todos esto fue conocido como el Desastre del 98 y supuso la concienciación de la situación, el país se encontraba en crisis y se estaba frente a un imperio derrotado por la potencia emergente norteamericana. (Estados Unidos)

La pérdida de las últimas colonias, sumió a España en una crisis económica, política, moral e ideológica.

En primer lugar, la desaparición de los mercados coloniales perjudicó a las exportaciones del textil catalán, las harinas castellanas, la pequeña maquinaria y otros productos. Hubo consecuencias económicas pero no a corto plazo, excepto la gran subida de precios de los alimentos en 1898. A largo plazo, supuso la pérdida de los ingresos de las colonias, al igual que el comercio exclusivo con esos mercados y mercancías que ahora salían más caras al comprarlas en el mercado internacional. Además, se tuvo que hacer frente a la deuda contraída por la guerra. 

Sin embargo, el conflicto supuso fundamentalmente un sentimiento de desencanto y frustración en la población española, ya que supuso el fin del Imperio español, acusando en buena parte al ejército como responsables del desastre. 

Dentro de las consecuencias del desastre del 98 encontramos el aumento de los nacionalismos por toda la península, en respuesta al ataque sufrido por las potencias extranjeras, que se dejó ver tanto en la cultura, como en el arte.

Con respecto al ámbito político, la crisis del 98 hizo tambalear el sistema de la Restauración. Esto provocó el desarrollo del Regeneracionismo, una nueva corriente intelectual. Su mayor representante fue Joaquín Costa y este defendía una renovación de España y denunciaba los problemas que tenía es sistema como el caciquismo o el fraude electoral. No obstante, no tuvo un gran impacto ni desarrollo en el tiempo, lo cual permitió la continuación de la Restauración hasta principios del siglo XX.  

Por su parte, se desarrolla una nueva corriente literaria, la Generación del 98, muy influenciada por el regeneracionismo, la cual intentaron analizar el “problema de España” en un sentido muy crítico y en tono pesimista.

Para finalizar, se puede afirmar que el desastre del 98 fue un año desastroso para España, que daría forma a la historia de España en el siglo XX, sin ninguna duda, supuso el principio del fin del Imperio español.