ORIENTE PRÓXIMO

No es sorprendente oír a hablar de la zona de Oriente próximo como un territorio muy irregular con múltiples desigualdades y muy inestable, sin embargo, analizando distintas variables podremos comprender en mayor medida que es lo que ha llevado al cercano oeste a poseer grandes diferencias con el resto de potencias.

• Analizando el PIB per cápita se muestra un tendencia creciente en prácticamente todos los países. Las altas cifras de Qatar contrastan con las del país más pobre de la península arábiga; Yemen cuyos niveles son tan bajos que las cifras son triplicadas por otras potencias como Arabia Saudí.
  
  
  

• Si observamos por otro lado la inflación, no supone sorpresa alguna ver como los niveles descienden a cifras inferiores a 0 tras el 2018 debido a la crisis sanitaria de la Covid-19 que como consecuencia se observó el declive de los mercados bursátiles , la huida de los inversores de riesgo, la destrucción de puestos de trabajo...

• Se encuentra así la gran cantidad de capital invertido en investigación y desarrollo que permiten localizar las tecnologías más punteras en el país también atraídas por la disminución de trabas burocráticas y las facilidades y ayudas proporcionadas a este sector más moderno que permiten la explotación al máximo de esta faceta      

                                                                                                     

• No es difícil tampoco descubrir la estrecha relación que existe entre el gasto en I + D y las emisiones de CO2 pues, los gastos derivados de la investigación no son asumidas ni por asociaciones, ni organizaciones, ni gobiernos.

• En términos de inversión realizada por el gobierno en educación, dejan mucho que desear ya que se puede evidenciar la ineficiencia de la educación de calidad en estos países que junto con la pérdida de capital humano supone una inversión no aprovechada.

Finalmente tras comparar todos estos datos podemos concluir en que la complejidad de estos paises se debe a la diversa situación económica de Oriente Próximo. La región tiene algunas de las economías más ricas del mundo, como la de los Emiratos Árabes Unidos, con un PIB per cápita de aproximadamente 50.000 dólares. Al mismo tiempo, hay algunos de los países más pobres de la región, como Yemen, con un PIB per cápita de apenas 2.600 dólares

Se trata de una zona estratégica condicionada por factores geopolíticos sujetos a una evolución difícilmente predecible y con consecuencias inmediatas en la región, que a su vez resultan claves en el orden mundial. Esta inestabilidad complica el pronóstico de las tendencias que puedan marcar su devenir, pero no impide destacar aquellos elementos que probablemente serán determinantes en la situación de la zona en unas décadas. 

Lo que mejor podría caracterizar los años venideros en esta zona sería la prolongación de la rivalidad entre Arabia Saudí e Irán por la supremacía en Oriente Próximo, detrás de la que existe más allá de una connotación religiosa, entre sunníes y chiíes, una confrontación de carácter político-ideológico, cultural y económico.

Este reparto de influencias afectará a los países musulmanes al igual que al resto de las potencias internacionales. Por tanto, la región acusará la multipolaridad del actual orden mundial, con la complejidad añadida de que las tres grandes potencias musulmanas regionales de Oriente Próximo se encuentran en proceso de redefinición de su proyección exterior con objetivos similares. 

Lo que será determinante de las dos siguientes décadas será:

• La redefinición de las fronteras como consecuencia de los conflictos
• La reconfiguración de las alianzas conforme a las estrategias de las grandes potencias internacionales y de las regionales en torno a nuevos actores locales
• Los retos a la gobernanza de los Estados
• la evolución del terrorismo y en consecuencia la lucha antiterrorista
• La distribución de los recursos naturales
• El reparto del mercado energético ligado a los intereses internacionales.